Instrucciones
para depresivos vocacionales
Si
usted tiene
vocación depresiva
Puede empezar a practicar
buscando por ejemplo
en las noticias
Si el informe climático dice
nublado frío y con lloviznas.
Usted le puede agregar:...
El
informe de mi clima dice
buen día para deprimirse
y se recomienda
ubicarse
junto a una ventana
-puede acompañarse con su música de sufrir-
y esperar leyendo
a que el alma empiece a gotear
facilita
mucho las cosas
la lectura de melancolías
con
los primeros chaparrones
se permite
romper a llorar
acompañando la lluvia
(que tantas cosas disimula)
y construir o recuperar tristezas
se
pueden también
hacer propios
dolores que sean ajenos
y exagerar la trascendencia de las cosas
No
olvidar nunca las soledades
Estas deben ser infranqueables
aún en los lugares más concurridos
si las logra encriptadas e introvertidas
tanto mejor para sus fines.
Recuerde
que es
insostenible
en el tiempo
una depresión
que no se encuentre
decididamente convencida
de verdades absolutas
que deben creerse eternas.
Si
lo que usted piensa, entiende y siente
fuera reducido
por pensamientos dialogantes,
tendrá que volver a empezar.
Asegúrese
entonces
soledades inaccesibles.
Estar
muy atento
a los vientos tropicales
(que tan poca cosa respetan)
y con fuerza y ritmos
no deseados
suelen
hacer bailar rondas catongas
a tristezas, depresiones y lloros.
Debe
tenerse especial precaución
de cerrar cada pequeña rendija
que se abra entre el cortinaje de nubes,
por allí suele colarse el sol
cargado de ilusiones,
no se deje engañar,....
son sólo falsas percepciones
piense y convénzase
de que la vida es un asco,
que la amistad no existe
y que el futuro es peor.
Si
aún así,
algún testarudo amigo
(de esos que ya había creído que no existen)
superando las distancias que le haya puesto,
desencripta su soledad,
rompe las barreras
contacta con usted
le hace entender que
en el futuro cabe
todo lo imaginable
-y posiblemente más-,
lo convence además
de que juntos
pueden pasar un buen rato en esta vida
y consigue despertar a su poyesis,...
¡
ríndase !
baile
con él una ronda
(de ser posible: catonga),
escriba una canción
e imagine lo que quiera,
y
no se atormente,
su vocación depresiva
insistente
puede volver a convocar la tristeza
para la próxima lluvia.
|