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Encuentro “Esquizoanalisis y micropolitica” *
Ser
invitada a encuentros de esquizoanalisis
y micropolitica en la escuela de psicología
implica una posicion, desde allí el
criterio de discurso aparece como si hubiera que descifrar una
clave.
Laberintos de conceptos necesarios para encontrarla. La clave
no está en esquizoanalisis pero sí en
las disciplinas. Si en la clave hay un devenir, los trayectos
se multiplican y los modos de abordaje se re-singularizan.
Estas jornadas no sería entonces un evento
sino un acontecimiento estético. En eso consiste la micropolítica.
Pensamiento nómade
El
pensamiento minoritario muere a cada instante, recupera sus fuerzas
de ultratumba. Es una extracción del desierto y una inflexión
del viento que esquiva la verdad de los antiguos al escamotear
el modelo, lugar ocupado ahora por el poeta minoritario que no
resuelve problemas sino que problematiza,
que no aporta soluciones sino preguntas. Por eso vaga siempre
en diagonal desplazando la cuestión en los bordes que se anuncia
en el movimiento de aprender. No es un aparato organizado en “escuelas”,
ni nos remite a la obligación de pensar en común con los otros
sino en experimentar con uno mismo todas las combinaciones y líneas
que nos habitan.
Agujerear
los modelos de movimientos de las corrientes o escuelas.
Deshacer el estereotipo es abandonar el rostro como identidad
fuerte, arriesgarse a preguntar y preguntarse, fragmentando lo
que se pensaba unido en forma homogénea. Es disentir, decir sí
a lo posible. La unión de las piezas heterogéneas se producen entre grandes espacios blancos desconocidos. El pensamiento
nómade es quizás efecto de pasión constituida
por líneas que se componen
como líneas quebradas sin equivocación ni recuerdos, sin pasado
ni futuro. El rostro del amor que afecta y es afectado se inscribe
sobre el rostro del mar retornando diferente pues lo borrado retornara
como la alternancia del día y la noche. Estados diferentes dentro
de la misma máquina amorosa-maquina de arena. Flujos. Brotes en
la marcha. Ritmos en el paso y relevo.
La máquina nómade no es estática como la foto,
es como el primer plano cinematográfico, dinámico con aceleración
y detención, coexistencia de tiempos reales e imaginarios,
pasados y futuros.
La máquina de guerra se desarrolla en el espacio nómade.
Espacio liso, informal, ocupado por acontecimientos o haeceeidades.
El pensamiento nómade es pensamiento de lo múltiple que insiste en un juego
de repeticiones que se desplazan, que se contractan
o se ensanchan como punto de singularidad que rompen con la noción
de partición. Es una puerta entreabierta en el espacio, un pájaro
de duda, un yo disuelto como identidad de lo diferente en un presente
que no cesa de volver. La diferencia es siempre nómade.
Son todos los rostros que no conocemos, máscaras que nunca hemos
visto. Lo otro. Los rostros que aún no conocemos y que todavía
no están tal vez duramente rostrificados por la máquina abstracta que homogeiniza.
El pensamiento nomade es filosofia
como teatro de mimos sin responder a lo que se espera. Pensamiento
como página en blanco en donde se inscriben todos los sentidos
posibles, todos los rostros no imposibles y la composición de
personajes rítmicos como rostros desterritorializados
que no remiten a un paisaje “fuera” sino como contrapunto.
Devienen juntos las máquinas territoriales amorosas a la máquina
abstracta cósmica.
Lo nómade, la diferencia
es rítmica. Es experimentación que
altera el programa de vida en la marcha produciendo
contagios de vida tribu-cósmica. Tiempo Aión
que burla las alas en las espaldas de Neptuno-cronos.
(continúa...)
Stella
Maris Angel Villegas
* 1993.
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